viernes, 1 de enero de 2010

Sagrada Familia


Se apagan las luces de la Sagrada Familia que formamos. Santísima Trinidad tú y yo y las dudas nunca a la altura. Bajo tierra cojo la línea azul que aún nos ata a un proyecto inacabado y mítico como tu necesidad de enfado. Tus palabras: ayer inadmisibles, hoy entrañables, mañana memorables. Tus uñas: clavadas en mi piel, pequeñas, mordidas tal como nuestra posibilidad de cambiar todas las cosas construidas sin pensar en su final.

(Nueva Vulcano)