Tengo ganas

Tengo ganas de sentarme a escribir. Con calma. Tengo ganas y lo necesito, creo. Desde hace tiempo tengo demasiadas cosas que volcar. El problema es que no encuentro la manera. Todo lo que me sale son frases cortas. Como éstas. Necesito sentarme y no ser críptico. Ni analista. No usar claves. Gritarle al mundo. Echo de menos gritarle al mundo. No literalmente, claro. Pero necesito tiempo, y ese tiempo lo ocupa ahora mismo el guión de mi largometraje.

Tengo ganas de ver a mucha gente. De mantener largas conversaciones, de esas que sirven para arreglar el mundo. O arreglarnos a nosotros mismos, que ya es bastante. Tengo ganas de preparar proyectos. Quiero escribir otro guión, pero esta vez será un proyecto a largo plazo. Mimado. Sin una fecha de entrega, simplemente algo sobre lo que ir trabajando poco a poco, por placer. Tengo ganas de sacar fotos, de llevar adelante de una vez la idea de exponer en Barcelona. Donde sea, me da igual, pero creo que la idea es buena. Y si no lo es, no pasa nada. Hay que equivocarse para aprender.

Tengo ganas de cacharrear musicalmente. Me lo prometí a mi mismo y aún no me he puesto a ello. Tengo que subsanarlo. Sentarme a ello. Releer manuales y cosas. Investigar, al fin y al cabo, otra vía de expresión. Porque a veces no me vale la palabra, ni la imagen. Me fascina ponerme música y sentir que lo que suena da un sentido a lo que está ocurriendo.

Creo que en parte siento un bloqueo interior. Y necesito sacar lo que llevo dentro, sea bueno, malo, o regular. Simplemente sacarlo fuera.