Pinceladas surrealistas XXIX

Escupes arte. Modelas el tiempo con tus dedos, pequeñas estrellas negras que pintan futuros mejores, siempre plagados de satélites de mantequilla. Saluda al chico atormentado, siempre dispuesto a salvar el mundo a base de pedir la hora. Reniega del eco. Dispara balas de cartón para que los niños podamos pintarlas con aquellos rotuladores que siempre guardamos en el segundo cajón. Bendice abrazos. Encaja las piezas del puzzle, aquel que mostraba la foto de un mar en calma con una puesta de Sol en el horizonte. Por vez primera, quiero abrir los ojos. Despertarme en un tren traqueteante, con la música sonando en mis oídos y el paisaje, breve como un beso robado, cruzando por la ventana. Nadie lo sabe, pero sobrevivir al infinito no es tan fácil como elevar al cuadrado.