sábado, 20 de febrero de 2010

2001: Odisea en el Espacio

Stanley Kubrick, en una entrevista concedida a la revista "Positif" (Diciembre de 1968 - Enero de 1969) explicó las razones que le llevaron a escoger el tema de su película:

Lo que me ha empujado a elegir este asunto, en vez de otro, es que muchos sabios y astrónomos creen que el Universo está habitado por la Inteligencia. Lo piensan porque el número de estrellas en nuestra galaxia es de cien mil millones, y el número de galaxias en el Universo visible es de otros cien mil millones, lo que hace que el número de soles en el Universo visible sea de unos cien mil millones de veces cien mil millones. Su teoría es la de que la formación planetaria no ha acaecido de modo accidental, sino de modo corriente, y que la vida es una consecuencia inevitable: en un planeta situado en una órbita estable, ni demasiado cálido ni demasiado frío, al cabo de cierto tiempo -dos o tres mil millones de años-, la reacción química que reúne los elementos de la vida se produce por azar. La imaginación se desencadena libremente cuando se considera lo que podría ser la evolución última de la inteligencia, no en diez mil años, ni en cien mil años, sino en millones de años. Pues nuestro Sol no es particularmente viejo.  En gran número de otros mundos, la vida y la inteligencia se crearon hace mucho más tiempo. Lo que también me ha fascinado es que, cuando se trata de imaginar las posibilidades de la inteligencia en un millón de años, uno se da cuenta de que la vida alcanzará varios niveles.
En primer lugar, la inmortalidad biológica. Los químicos piensan que se puede detener con medios químicos el envejecimiento de las células, e incluso invertir su proceso. Esto constituye la primera etapa, en trescientos o quinientos años.
En una etapa siguiente, en diez o cincuenta mil años, las máquinas-inteligencias desempeñarán un primer papel en el planeta, pues todas las experiencias que las criaturas biológicas pueden conocer podrán también ser vividas por las máquinas. Tendremos un mundo en el que las máquinas serán más útiles que los hombres, porque no estarán limitadas por sus experiencias personales, sino que dispondrán de toda la experiencia que es posible registrar.
En una etapa final, se llegará a entidades que tendrán un conocimiento total y podrán convertirse en seres de energía pura, en casi una especie de espíritus. Tendrán probablemente una potencia casi-divina: comunicación telepática con todo el Universo, dominio completo sobre todas las materias, capacidad para hacer cosas que hoy sólo se atribuyen a Dios. Esto es lo que me fascinó en el tema, es el fondo de la película y su razón de ser.

1 comentario:

Aerena Ra dijo...

Querido David. Un día te fotografiaré, y serás el cazador cazado.


Nos volvemos a seguir por aquí...como en los viejos tiempos livejournaleros! menos prejuiciosos. más sonrientes.

Miré tus fotos en flickr...veo grandes avances :)

Deseo que seas siempre muy feliz. Recuerda siempre tus sueños... mira las estrellas de noche.

Un abrazo,

Nerea